La expansión que buscás esta quincena no viene de afuera, sino de adentro. Júpiter en Escorpio, ubicado en tu casa 4, activa un proceso de crecimiento emocional profundo, vinculado a tus raíces, tu familia o incluso tu linaje ancestral. Puede que estés revisando heridas que creías superadas, o redescubriendo fuerzas ocultas en tu historia personal.
Escorpio no es un signo liviano, y Júpiter amplifica todo lo que toca. Por eso, esta quincena podés sentirte removido emocionalmente, pero con un propósito: liberar lo que estaba enterrado. Es posible que una figura familiar —o un recuerdo— vuelva para mostrarte algo que te faltaba integrar.
También hay mucho potencial para sanar la relación con tu espacio íntimo. La casa donde vivís, las emociones que reprimís, o el niño interior que pide atención, todo eso se vuelve clave. No temas ir hondo: tu abundancia nace en tu capacidad de regenerarte.
Júpiter te invita a confiar en que la oscuridad no es enemiga, sino fuente de sabiduría. Lo que te dolió, ahora puede ser el suelo fértil donde crecer. Volvé al hogar, literal o simbólicamente. Ahí está tu poder.